Meredith "Mia" Marlowe

Descripción Psicológica

La palabra que sin duda mejor describe a Mia es "pasional". Apenas existen grises para ella cuyos odios son acérrimos y que si ama lo hace hasta su último aliento. Tiene un carácter explosivo y un mal genio que hace temblar las paredes pero no le dura un enfado mucho rato y, a pesar de su impulsividad, es cariñosa con aquellos a los que aprecia. Es bastante directa y debido al ambiente en el que se crió no tiene muchos modales pero con su sinceridad no pretende hacer daño sino ir al grano, un pragmatismo que aprendió en las calles.

Es muy inteligente y le encantan los acertijos y los juegos mentales como el ajedrez que es su juego favorito. Tiene una gran capacidad de aprendizaje que invierte en leer todo lo que puede en su tiempo libre. Está en paz con su segunda naturaleza y la sensación de no estar desvalida no la cambiaría por nada del mundo ya que su mayor temor es perder a aquellos a quien quiere. Es muy protectora y posesiva pero porque la idea de quedarse sola en el mundo la aterra y de hecho no es capaz de dormirse si hay silencio total a su alrededor.

Es leal y nunca traicionaría a Ahren aunque secretamente se sentiría aliviada si su hijo o Amund le sucediesen pues nunca será capaz de perdonarle que la esté usando a ella como "madre de la manada". Tiene un tatuaje tribal con forma de media luna justo encima del mordisco, no como una forma de ocultarlo sino para demostrar que está orgullosa de ser quien es.

Historia

Mia nació del breve romance entre un noble heredero londinense cuyo nombre nunca llegó a saber y una de las muchas criadas que trabajaban en su casa. Tras la noticia, el heredero y la familia no tardaron en echar a la joven embarazada con un puñado de libras para comprar su silencio que apenas le duraron los meses que tardó en llegar Mia al mundo. Con una niña recién nacida al cargo y sin nada que vender excepto su cuerpo, la desafortunada criada optó por quitarse su propia vida.

Huérfana y pobre, Mia pasó su infancia de un orfanato en otro, escapándose muchas veces y pasando temporadas en la calle viviendo de lo que mangaba. A pesar de las palizas, los abusos, el hambre y la pobreza que sufrió aprendió a sobrevivir, a defenderse y a ser agradecida cuando tenía algo aunque desarrolló un pánico terrible a la soledad. Los verdaderos problemas surgieron al llegar la pubertad, siendo joven y hermosa tenía todas las papeletas de acabar en alguna esquina vendiéndose como era el propósito de la dueña del orfanato en la que se encontraba.

Vendida a unos hombres por unas libras, luchó cuanto pudo por librarse de ellos pero supo que no tendría nada que hacer. Fue entonces cuando Ahren la encontró y la rescató de aquellos hombres abriéndole las puertas de una nueva vida mejor de lo que nunca podría haber soñado. Para alguien como ella que había conocido las calles, la Doctrina no sólo era fácil de seguir sino además necesaria y un pequeño precio a pagar para tener una "familia". Familia a la que defendió durante la Primera Guerra y a la que volvería a defender sin dudarlo.

A pesar de lo muy agradecida que está a Ahren, no puede evitar sentir resquemor por usarla como "madre de la manada". Después de que la rescatara de aquellos hombres que intentaron violarla siente que él está haciendo lo que una vez impidió y más sabiendo que cualquiera de las otras dos hembras de la manada estarían encantadas de entregársele. A pesar de ello, su gratitud le impide quejarse ante él aunque secretamente espera que alguien tome las riendas de la manada antes de que se quede embarazada.