Charlotte A. Stuart ID

Descripción Psicológica

Lo primero que debes saber de Charlotte es que es una persona totalmente complicada y llena de contradicciones, no lograrías nunca terminar de entenderla ni de ver la gama de facetas que puede llegar a tener.

Se puede calificar como una chica con una forma de ser cautivadora ya que es totalmente encantadora. Es un ser inocente a su manera aunque no lo suela admitir y esto lo trasmite su aura. Es muy infantil en algunas cosas pero muy madura para otras, rebelde y alocada suele estar pensando en mil cosas a la vez.

Es sumamente traviesa, siempre le gusta estar fastidiando a otros aunque nunca con maldad, y al ser tan rebelde odia las reglas y que al romperlas la regañen. No juzga sin saber y cree en sus principios más que nada, no suele cambiarlos por lo que diga o piense el resto ya que esto le importa muy poco. Su máscara siempre suele ser una sonrisa, pues eso si nunca la veras sin una de ellas en el rostro.

Es muy cerrada en sí misma, es muy raro que diga o demuestre como se siente realmente, y de lo contrario es alguien que es muy buena para escuchar, sabe apoyar y sabe que decir. Su curiosidad es uno de sus peores diría ella defectos, gracias a ella suele meterse en problemas y líos de los cuales aunque este acostumbrada le cuesta un poco salir.

Es orgullosa, posesiva y celosa con lo que considera suyo; vengativa, puede disculparte pero nunca olvidara el agravio y será muy difícil que vuelvas a ganarte su confianza, pues son muy pocas las personas que se la ganan realmente, pues dice que no confía ni en su propia sombra. Cuando se enoja se guarda sus problemas y cuando todo se acumula explota llegando a veces a poder ser, algo agresiva pero, siempre tratara de evitar demostrarlo al resto.

Si realmente le caes mal puede ser arrogante y borde incluso algo cruel y cínica llegando a caer realmente mal; pero ya que no está en ella ser así si no le dan motivos ella sola no los tendrá. Tiene una gran determinación, no es la típica niña consentida cómo su crianza sugiere, es más bien una chica centrada en lo que quiere, pero puede llegar a ser caprichosa si se lo propone. Siempre consigue lo que quiere sin importa el precio que esto tenga.


Sus amigos son lo más importante para ella, pues los considera su familia y eso en su vocabulario es igual a sagrado, te metes con ellos es sinónimo de meterse con Charlotte así que buscara la manera de defenderlos tenga lo que tenga que hacer, su terquedad no tiene límites y si algo se le mete en la cabeza nadie se lo sacara hasta que lo logre. Puede pasar de ser la niña más amigable y dulce que conozcas a la más cínica, sarcástica y molesta en un abrir y cerrar de ojos si así ella lo requiere.

Historia

Charlotte nació hace ciento cinco años como Charlotte Augusta de Hannover, hija del en ese entonces George Augustus de Hannover, príncipe de Gales y de Carolina de Brünswick-Wolfenbüttel.

El matrimonio de sus padres fue concertado, algo no raro para los miembros de la realeza inglesa, su padre buscaba una esposa para mejorar sus ingresos monetarios y entre las dos candidatas alemanas, ambas primas directas del príncipe, estaba Carolina de Brünswick-Wolfenbüttel, esta fue la ganadora al ser influenciado George por una de sus amantes al considerar a Carolina como una rival mucho menor. Ambos se odiaron a penas se conocieron y la situación no mejoró luego de la misma sino fue empeorando, llegando incluso el príncipe a asistir a su boda borracho. Solo tuvieron relaciones tres veces y un día antes de que pasaran nueve meses de la boda, Carolina dio a luz a una niña.

Charlotte nació en Carlton House, el siete de enero de 1796. Aunque a George le desiluciono no tener un hijo, a su abuelo, el rey, que esperaba una nieta, le hizo mucha ilusión su primera nieta legítima, además de que esperaba que su nacimiento uniera a sus padres. Nada más lejos de la realidad, al nacer ella, su padre dejó estipulado en su testamento que si moría su madre no podría interferir en su educación y que dejaba todos sus bienes a su amante favorita. Fue bautizada como Charlotte Augusta, por sus abuelas, la reina Charlotte y la duquesa Augusta. El rey fue su padrino.

A pesar de que Carolina pidió, en diversas ocasiones después de dar a la luz, que trataran mejor a la princesa que ocupaba el segundo puesto en la línea de sucesión, George restringió el contacto de esta con su hija y le prohibió que la viera si no estaba acompañada de su ama y de las gobernantas. Carolina tenía permiso para ver a su hija a diario, como era costumbre en aquella época entre los padres de alta cuna, pero no tenía derecho a intervenir en las decisiones en relación a Charlotte. Los criados sentían aflicción por Carolina, y por ello desobedecían al príncipe de Gales y le permitían pasar tiempo a solas con su hija. George no sabía que eso pasaba, pues él tampoco tenía mucho contacto con su hija. Carolina tuvo incluso el valor de ir en un carruaje sola con su hija por las calles de Londres mientras recibían el aplauso de las multitudes que se arremolinaban alrededor para verlas pasar.

Al cumplir los ochos años, su padre decidió que quería su casa solo para él, sacando a Carolina y a Charlotte del lugar, la pequeña princesa terminó mudándose a Montangue House, que quedaba al lado de su anterior hogar. La pequeña princesa vivía en una casa solo para ella, en compañía de personas a las que pagaban para que estuvieran allí. Pasó una solitaria infancia, siendo cuidada por una nana la  cual cuidaba a la exuberante chiquilla, la llevaba de paseo y a escondidas a jugar con sus nietos, los únicos otros niños de su edad que la pequeña conocía. Tuvo una estricta educación a manos de numerosos profesores, aunque claro ella siempre eligió aprender lo que quería. Algo en lo que siempre se destacó fue en piano, siendo una talentosa pianista desde pequeña.

A finales de 1810, la locura del rey Jorge empezó a empeorar. Carlota y su abuelo se querían mucho y, por ello, a la princesa le afectó mucho su enfermedad. El 6 de febrero de 1811, el padre de Carlota fue nombrado príncipe regente por el Consejo Privado. George había sido educado en un ambiente estricto contra el que se había rebelado. A pesar de eso, educó a su hija, que ya parecía una mujer adulta con solo 15 años, en condiciones aún más duras. Le dio menos dinero para comprar ropa que el necesario para una princesa adulta e insistió en que, cuando fuera a la ópera, debía sentarse en la parte de atrás del palco e irse antes de que el espectáculo acabara. Con el príncipe regente ocupado en asuntos de Estado, Carlota tenía que pasar gran parte del tiempo en Windsor con sus tías solteras. A medida que Charlotte llegaba a la edad adulta, su padre la presionó para que se casara con el príncipe heredero Guillermo, que más tarde se convertiría en rey de los Países Bajos, pero después de haber aceptado, rompió el compromiso. Esta decisión trajo consigo una serie de disputas con su padre, hasta que este le permitió casarse con el duque Leopoldo, en mayo de 1816
El hombre era amoroso y cariñoso con Charlotte, ambos se amaban, siempre estaban juntos y sonrientes. Su matrimonio fue muy feliz, aunque este solo duraría un año, A finales de abril de 1817 se anunció el embarazo de la morena, los príncipes de gales estaban completamente felices por el anuncio, pues antes de eso había tenido un aborto espontaneo sin si quiera haber sabido que estaba embarazada. Charlotte estuvo muy preocupada pero tranquila durante el embarazo, pero todo se arruinó el día del parto.

Como todos saben los embarazos en la época en que vivía Charlotte no siempre lograban llegar a término o los partos eran peligrosos,  digamos que las cosas salieron mal, que fue culpa de la situación o del médico, pero esa noche de noviembre la princesa parió a un niño nacido muerto, esta, exhausta, oyó la noticia con calma y dijo que era la voluntad de Dios. Comió, después de un largo ayuno, y pareció recuperarse bien. Leopoldo, que había estado con su esposa a lo largo del todo el proceso, se tomó un opiáceo y cayó rendido en la cama.

En esta hora que la princesa estuvo sola todo cambió, alguien entró a la habitación diciendo que era uno de los asistentes del médico y que revisaría algunas cosas, la princesa cansada y casi dormida no le hizo mucho caso, y ese fue su error, este hombre se acercó a ella, agarró su muñeca y la mordió, sacándole casi toda la sangre, sofocando con su mano la voz de Charlotte que quería pedir ayuda y dejándola con la suficiente sangre para transformarse en lo que él era, un vampiro. Cuando Charlotte comenzó a sufrir los dolores de la transformación, el asistente llamó al médico diciendo que esta había comenzado repentinamente con dolores, y cuando esta repentinamente quedó quieta y sin pulso la declararon muerta.

Nunca supo exactamente como sucedió, despertó unos días después completamente desorientada, al parecer había durado más de lo debido dormida mientras se terminaba de transformar, se encontraba en una habitación muy oscura y el mismo hombre que la mordió cuando descansaba la estaba mirando, este se presentó como Lord Aldys Montagu, un lord ruso que le explicó que pertenecía a un muy pequeño clan los cuales querían terminar con la monarquía inglesa, haciéndola pasar por muerta la línea de sucesión quedaba vacía pues ni su padre ni sus tíos tenían más hijos, ella no pudo negarse, en el estado de sed y desesperación que tenía no prestó mucha atención, queriendo solo tomar la sangre que le daban en ese momento. Ambos se encontraban en un barco rumbo a Rusia, donde se encontraba ubicado dicho pequeño clan. Meses después cuando pudo pensar mejor se enteró de todo, Ya no podía hacer mucho, se encontraba muy lejos de su hogar, la creían muerta y enterrada junto a su hijo muerto, su esposo la creía muerta y había vuelto a su país natal. Charlotte caída en la soledad y la tristeza dejó que hicieran lo que quisieran con ella. Durante los siguientes veinte años estuvo bajo el cuidado del clan, se fue fortaleciendo y volviéndose una poderosa vampiresa con muchas influencias, logró la confianza del clan y poco a poco fue planeando la manera de volver a Inglaterra, claro ya no podía volver a su antigua vida, ni reclamar su trono, pero podía volver como parte de la realeza, junto a esto fue planeando poco a poco como acabar con los miembros del clan, los cuales solo eran unos quince. Finalmente cuarenta años después de su llegada a Rusia la morena se encontraba mirando los cuerpos de los miembros del clan, con todo planeado para volver a Inglaterra.

Había logrado hacerse con los papeles y derechos del ducado de Buccleuch y Queensberry, con esto dejó correr el rumor de que el ermitaño duque había tenido una hija y que su madre había muerto en el parto, que vivían apartados en las montañas de Escocia y que esperaban volver a la sociedad londinense en cuanto la chica cumpliera la edad adecuada. Todo esto fue planeado con algunas amistades y sirvientes que había hecho con el tiempo, nadie sospechaba, se comenzó a dejar ver cuando cumplía los diecisiete años en su nueva vida, todos la conocían como Charlotte Stuart, e interpretó perfectamente su papel cuando al año siguiente su padre moría de una hipotermia, dejándola como duquesa de Buccleuch y Queensberry y huérfana. Con esto vuelve recientemente a instalarse a Londres, en las propiedades que tenía en la ciudad y entrando de lleno en su nuevo puesto en la nobleza.