Lady Houghton || ID

Descripción Psicológica

Es muy acertado decir que en la vida se puede discutir con cualquier cosa, excepto con la propia naturaleza. Este concepto es algo que a Ivanka le costó mucho asimilar y que aún chirría en su mente. Así pues, su forma más primitiva, la pantera, forma parte de ella pero no la define.

Durante sus años de pubertad y juventud temprana trató de mantener a raya sus impulsos animales, inhibiendo el deseo y la necesidad de desarrollar sus habilidades mágicas por miedo a hacer daño a sus seres queridos o a verse convertida definitivamente. Este hecho la volvió una joven inestable y arisca, al mismo tiempo que presentaba transformaciones parciales o totales de forma espontánea a causa del enorme torrente de magia que corría por cada rincón de sus entrañas y que ella se esforzaba inútilmente por reprimir. Solía ser muy frágil y daba la impresión de que fuese sencillo romper su espíritu, y ella se sentía de ese modo viviendo sus dones como una maldición. Así, la mujer que podría haber sido fuerte fue una mujer fuertemente asustada por su propio potencial.

No obstante, las circunstancias y las sensaciones han cambiado mucho desde que una joven Ivanka se enfrentaba sola al reto de desenvolverse en el mundo en un país muy lejos de lo que sería ideal. Aún conserva su naturaleza nerviosa y juguetona, similar  a la de un gatito. También es curiosa y caprichosa. Le gustan las ciencias, un pasatiempo solitario que encaja con ella a la perfección aunque su marido no lo aprueba, quien parece más conforme con que se dedique a vaciar su cuenta bancaria, algo a lo que ella no pone reparo a falta de otras actividades en las que descargar su frustración. Posee todo el encanto oscuro y enigmático de la pantera. Se mueve elegantemente y de forma sigilosa, lo que la ayuda a pasar inadvertida pese a su belleza que, según se dice ronda la perfección. A Ivanka le resulta irónico el que despierte tanta fascinación cuando se esfuerza por evadirse a toda costa. Muestra indiferencia hacia la mayoría de menesteres que otros mirarían con gran entusiasmo y tiene un comportamiento apático que maquilla con cortesía. Cualquiera diría que es otra mujer egoísta y superficial para la que nadie es verdaderamente significativo, pero nada más lejos de realidad. Su naturaleza salvaje hace que sus sentimientos estén constantemente a flor de piel y esto le causa problemas cuando cae presa de estallidos de furia o pasión, escenas que pone empeño en ocultar. Cuando no hay nada que la altere se muestra muy tranquila y de trato fácil, pero siempre distante y muy callada. Suele hablar bajo, su voz es delicada y ronroneante.

Ahora que entra en su etapa de madurez, todo el torrente de emociones irreflexivas que se manifestaban del modo más enajenado se ha tornado en un férreo autocontrol en sociedad. Por otra parte, debe compensar ese hecho con numerosas incursiones lejos del señorío para mantener sus habilidades ocultas a los ojos de Lord Houghton y de cualquiera de sus allegados. Por sí misma y por su bien, siempre está alerta y es extremadamente desconfiada, rozando la paranoia. Vigila todo y a todos mientras trata de mantenerse como observadora externa. Cree que la soledad la protege de ser descubierta y de hacer daño a los demás, aunque en el fondo sabe que la ablanda y la pudre por dentro. No ha tenido apenas contacto con otros seres sobrenaturales. Por otra parte, durante sus incursiones clandestinas ha podido percibir que la presencia de la hermandad se ha hecho más notable, y más por necesidad que por gusto practica el desarrollo de sus metamorfosis por si tuviera que pelear en alguna ocasión. Combatiría sobre cualquier terreno,valiéndose de su perspicacia para abatir al contrincante en su momento más vulnerable. Domina su transformación de pantera, aunque no es tan diestra en otras disciplinas. Se mueve cómoda por su área de especialización.

Así es Ivanka, una fiera que se ha visto siempre en jaulada, bien por sí misma o por las circunstancias. Ansía la libertad, pero al mismo tiempo no sabría qué hacer con ella. Sigue perdida y parece muy lejos de encontrarse. Sus transformaciones suelen coincidir con su estado mental más insano y destructivo. Es capaz de acabar con cualquiera que se encuentre a su paso y los límites son vanos con ella, pues tiene gran habilidad para frustrar todo intento de detenerla del modo más violento. Debe de ser tratada con cariño y cautela a causa de su volatilidad. Todas sus represiones ocultan un temperamento impredecible y dispuesto a atacar, que no le teme a las repercusiones. Una fiera que se asusta de sí misma no es una criatura recomendable. Por ellos emana más peligro sin quererlo y tal vez es ese el origen de su negro atractivo. A menudo combinado con la esperanza ajena por que se convierta en una cariñosa gatita en sus manos.

Historia

Nadie, ni siquiera la propia Ivanka conoce sus verdaderos orígenes. Tal vez sea por desconocer de dónde viene que no sabe a dónde va. En tal caso, de su infancia solo recuerda a las monjas del orfanato de San Petersburgo, quienes no eran demasiado afectivas. También al resto de niños que crecieron con ella, a los que se marcharon y a los que se quedaron porque, igual que a ella, nadie los quería. Y por supuesto Ivanka retiene en su mente a todos aquellos matrimonios que no la adoptaron.

En sus primeros años fue una niña curiosa, sensible y muy extrovertida, siempre dispuesta a jugar con los demás niños. Podría decirse que poseía todas las papeletas para que alguna familia se la llevara de allí y le diese una nueva vida llena de oportunidades. Sin embargo, algo había en la pequeña Ivanka imponía un gran respeto que llegaba a ser temor. Y ella misma lo sabía, y percibía algo extraño en su corazón, a pesar de que trataba de ignorarlo y de engañarse a sí misma. Ella podía reír, y jugar y demostrar amor pero un susurro desde lo más profundo de su ser le hacía saber que aquello no era real. Que ella era una isla y que miles de millas de océano la separaban del resto. Poco a poco dejó de ser capaz de engañarse y comenzó a aislarse cada vez más. En su pubertad llegaron los primeros problemas de comportamiento y llegó a coquetear definitivamente con la inestabilidad mental. No sabía lo que le ocurría. Fue víctima de cruentos castigos en el orfanato e incluso llegaron a llamar a un cura para realizarle un exorcismo. Pero aquella no era la causa de su aislamiento, ni del dolor que sentía. Ella se esforzaba por aferrarse al dios del que hablaban las hermanas, trataba de encajar, de resistir... pero no paraban de decirle que era mala. Con el tiempo experimentó grandes dolores en cada tramo de sus entrañas, lo que la dejó en cama bastante tiempo. Llegaron a pensar que moriría. Lo que todo el mundo ignoraba era que su poder comenzaba a manifestarse de la manera más violenta. En la intimidad, una joven asustada presenciaba como partes de su cuerpo mutaban aleatoriamente. Cuando más trataba de impedirlo más descontrol se producía. Aterrorizada, incapaz de dar explicación a lo que le sucedía, ocultó estos fenómenos a todo el mundo temiendo que la tachasen de loca definitivamente y la enviasen a una institución mental.

A finales de su adolescencia los dolores se estabilizaron y poco a poco descubrió que podía controlar las transformaciones si en vez de ponerle un muro a su energía, le indicaba otro rumbo por el que fluir y permitía que existiera. Este descubrimiento le hizo mejorar y poder retomar sus estudios. Recibió una educación básica y religiosa. Siempre mostró talento para el dibujo y aprendió inglés desde muy joven. Comenzó a recibir formación de enfermera por parte de las monjas que la criaron y de casualidad Ivanka descubrió que curar gente era su vocación. De manera autodidacta profundizó en otras áreas de conocimiento y pasaba las tardes escondida en la biblioteca del orfanato. Adoraba leer sobre anatomía, biología y fisiología. Soñaba con poder ser médico algún día, algo que estaba a años luz de la realidad. Podría leer un montón de libros pero jamás iría a la universidad. Era mujer, y lo más importante, era una mujer sin dinero. En la biblioteca pasó su adolescencia, y allí descubrió algo que le cambiaría la vida. Una noche en la sección restringida pudo encontrar varios libros de ocultismo. Uno de ellos hablaba sobre las diferentes clases de seres sobre naturales. En particular encontró un capítulo dedicado a seres capaces de cambiar de forma, no obstante ese libro había sido escrito por un humano y los conocimientos que recibió de él fueron escasos y algunos erróneos. Sin embargo al fin daba la impresión de que la vida de Ivanka comenzaba a encajar, que tenía una respuesta. Aunque esto no hizo más que volver a desestabilizarla, ¿la habían abandonado sus padres biológicos por ser un monstruo? ¿en verdad era una bruja o simplemente una loca? De nuevo, casi cuando rondaba la mayoría de edad sufrió otra crisis que le ocasionó su primera transformación completa. No obstante, lo siguiente que Ivanka recuerda es que despertó muy lejos de todo lo que le era conocido.




Apareció a varios kilómetros de su ciudad, tendida en un bosque  de las afueras sin recordar nada de lo ocurrido durante su transformación. Desorientada y desnuda, pudo hacerse con algo de ropa y regresar  a San Petersburgo. No quiso volver al orfanato por miedo a lo que podría haber ocurrido, si no que se acercó a un pequeño hospital a buscar trabajo como enfermera. Como caída del cielo se le presentó la oportunidad que tanto necesitaba. Un médico iba a partir al norte, a la pequeña ciudad portuaria de Murmansk, cercana a la Laponia finesa. Se las arregló para hacerse con uno de los puestos, y sin dinero y prácticamente nada que ponerse viajó al extremo noroeste del país para escapar de su incierto pasado en San Petersburgo. El médico que viajaba con las seis mujeres rumbo a Murmansk quedó cautivado con la extraña y salvaje belleza de Ivanka, quien se enamoró de él. A los pocos meses de llegar se casaron, no obstante el matrimonio quedó anulado al poco tiempo al no ser nunca consumado.

De nuevo Ivanka, ahora Ivanka Pavlova (apellido de su primer marido) de 23 años se encontraba sola de nuevo. En adelante aprendió a tener cierto control sobre sus habilidades mágicas, las cuáles continuaba sin comprender.  Continuó trabajando en Murmansk hasta que un día, tres años después fueron trasladados desde la frontera con Finlandia un grupo de exploradores británicos. De ese modo conoció a Lord Robert Houghton, almirante de la Royal Navy y explorador, quien también era bastantes años mayor que ella. Quedó prendado de la joven rusa desde que ésta le colocó el hombro que tenía dislocado y se propuso llevarla a Inglaterra para casarse con ella. Fue así, como en mitad de la nada, en el desolado norte, una oportunidad volvía a presentársele a Ivanka. Esta vez una oportunidad de empezar desde cero en otro país e incluso con dinero y un título nobiliario. A todo, rechazó la primera propuesta de matrimonio de Lord Robert, por la misma razón que había rechazado consumar el matrimonio con su primer marido. Temía que la excitación sexual, y el amor fueran demasiadas emociones para ella y no quería hacerle daño a nadie. No conocía la magnitud de sus poderes y aunque los mantenía a raya lo suficiente como para parecer normal, tenía un miedo atroz de terminar despedazando a alguien.

Sin embargo, el Lord fue insistente. Sedujo a Ivanka durante un año, tanto en persona como por carta, decidido a hacerla su esposa. Poco a poco ella cedió y terminó viajando a Londres para finalmente convertirse, hace cinco años en la nueva baronesa Lady Houghton. Fue esquiva a la hora de consumar este matrimonio, pero sin embargo lo logró sin despedazar a su marido y manteniendo la consciencia. Lord Robert fue nombrado caballero gracias a sus expediciones. La colma de regalos y vestidos caros, del mismo modo que impide que trabaje o se esfuerce. Quiere protegerla y ya no sabe qué hacer para conseguir que su esposa sea feliz, y aunque la ama comienza a cansarse, e Ivanka lo sabe.

Por otra parte, fue bien recibida en la sociedad londinense, donde fue presentada de un modo tardío al tener que recibir lecciones de etiqueta. Ivanka una vez más se esforzaba por encajar en un lugar que no le iba, algo que en especial su hijastra se esforzaba en recordarle. La pantera hace lo posible por contener sus impulsos por el amor que cree tenerle a su marido, al que no quiere decepcionar aunque sus desapariciones no ayudan a su propósito. Teme que piense que tiene un amante, algo que no sería propio de ella, o al menos de ella cuando la humana gobierna su mente. Le ha costado mucho llegar a dominar su transformación en pantera y más aún mantener pleno conocimiento y control de sus actos en forma animal.

A día de hoy, las excentricidades de Lady Houghton son percibidas como algo cotidiano y apenas nadie se imagina lo que puede estar ocultando.