Evelyn Wolfe-ID

Descripción Psicológica

Tal vez el rasgo más representativo del carácter de Evelyn sea la ambición sin cuartel. Sus fines casi siempre justifican los medios y no se pone límites cuando se trata de la escalada hacia el poder. El negocio familiar es su vida y para mantenerlo en la cumbre está dispuesta a hacer cualquier cosa. Como toda mujer que se mueve en tierra de hombres es consciente de que la única forma de conseguir sus objetivos es siendo implacable y es consecuente con ello.

Desprecia la debilidad, la ignorancia y la falta de emprendimiento considerándolas propias de seres inferiores. Cree firmemente que el futuro será de los que lo busquen y está decidida a ver su nombre en la historia. El sarcasmo y la ironía son sus señas de identidad y disfruta de todo lo que sea imaginativo e innovador por lo que siente debilidad por la ciencia y las artes de todo tipo. Ha llegado incluso a actuar de mecenas de pintores y escritores justificándose a sí misma esos gastos como “inversiones a largo plazo”.

Siente fascinación por su naturaleza sobrenatural y la explota desde que fue consciente de ella. Su abuela Cassandra fue su mentora y su maestra enseñándole a usar todas sus armas, las sobrenaturales y las de mujer. Cassandra era la única bruja de la familia y le inculcó a Evelyn el secretismo de su condición a fin de que su nieta pudiera usarla para su propio beneficio. Ser cambiaformas le ha permitido hacerse con el control de la empresa cambiando de apariencia para espiar a sus rivales y arruinarlos.

Su relación con su hermano Arthur es cuanto menos tensa. Pese a ser el hijo menor, ser varón le convirtió en heredero de la empresa convirtiéndose en el blanco de su hermana mayor. Su carácter débil y su adicción a los placeres y el opio hicieron que Evelyn tomara la decisión de drogarle para que fuera incapaz de tomar decisiones importantes y así ser ella la que manejara los hilos. Aunque le inculcaron que la familia es lo primero, Evelyn no dudaría en quitarse de en medio a su hermano si se interpusiera en su camino.  

Historia

-Si eso es todo caballeros-se levantó, las yemas de los dedos levemente presionadas sobre la oscura de mesa de madera esperando a que los hombres se levantaran de sus asientos y se fueran marchando despidiéndose de ellos con un sobrio gesto de la mano. Cuando todos se fueron se encaminó hacia la salida deslizando los dedos por la mesa y se quedó un instante mirando el escudo que presidía la sala sobre el asiento presidencial donde había estado sentada durante la reunión. El símbolo de la empresa familiar, el perfil de un lobo aullando dentro de un círculo bajo el que se podía leer en brillantes letras doradas “Wolfe&Co, Imports&Exports”. Su familia llevaba dedicándose al comercio desde hacía tanto tiempo que la memoria generacional no alcanzaba a recordar. Siempre habían estado bien posicionados pero había sido su bisabuelo quien había impulsado el negocio familiar y su abuelo el que había convertido la empresa familiar en la todopoderosa Wolfe&Co con sus inversiones en el mundo del carbón y la metalurgia. Y ahora, décadas después, había pocas empresas capaces de hacerle frente, si algo entraba o salía de Inglaterra solía hacerlo en cajas con el sello del lobo dorado.

Como primogénita, su llegada al mundo no había traído especial alegría a sus padres que esperaban un varón y Evelyn fue una novedad pasajera al cuidado de sus abuelos hasta la llegada de Arthur cuatro años después. Con el nacimiento del esperado heredero, Evelyn quedó relegada a un segundo puesto y vivió más con sus abuelos que con sus padres. De su abuelo aprendió cómo llevar un negocio, cómo expandirlo, cómo fortalecerlo y de su abuela aprendió a usar su lado sobrenatural. Sus padres apenas fueron una presencia intermitente en su infancia y sólo en su adolescencia se preocuparon de ella y su educación en vistas de conseguir un buen matrimonio que afianzara su poderío económico.

Y este llegó en la forma del increíblemente rico Henry Elliot, heredero de una de las muchas familias que habían encontrado en la metalurgia la gallina de los huevos de oro. Su marido había sido un hombre inquieto, siempre atento a posibles nuevos diamantes en bruto y durante sus primeros años de matrimonio habían viajado por todo el mundo consiguiendo que casi se enamorara de él, controlando la empresa y a Arthur desde la distancia mientras su hermano caía irremediablemente en la espiral de prostitución, opio y alcohol a la que siempre había apuntado su débil carácter. Los problemas empezaron cuando regresaron a Inglaterra y él insistió en tener hijos, algo que ella había evitado durante años con las recetas aprendidas de su abuela. Problemas que sólo empeoraron cuando Henry empezó a hacer oídos sordos a las propuestas de negocio de su mujer a las que siempre había obedecido. “Evey, las mujeres no pertenecéis a una sala de Juntas ni estáis hechas para tomar decisiones importantes que se salgan del ámbito familiar, ni siquiera tú. Asúmelo” habían sido las palabras que habían colmado el vaso. Y ese mismo invierno, mientras disfrutaban de un tiempo a solas en su casa de campo, Henry había sido brutalmente atacado por un animal salvaje durante un “desafortunado accidente de caza” como habían decidido llamarlo los tabloides. En el informe nunca se llegó a especificar qué animal había sido el autor de la carnicería puesto que los encargados del caso no llegaron a ponerse de acuerdo.

La muerte de Henry había causado un gran revuelo con las condolencias, el entierro, la cuantiosa herencia que pasó automáticamente a ella y durante un año entero fingió retirarse al campo a pasar el luto por su marido pero en realidad no llegó a salir de Londres. Se dedicó a dominar sus habilidades, al espionaje industrial, sutilmente acabando con todos aquellos que suponían una amenaza para el negocio, drogando a su hermano para asegurarse de que tomaba las decisiones que ella quería tomar, investigando nuevas posibilidades de futuro, deshaciéndose poco a poco de la herencia de su marido reinvirtiéndola en el nuevo proyecto de futuro que tan prometedor se le presentaba, la electricidad.
El mundo estaba cambiando y ella pensaba ver su nombre inscrito en los libros de historia