Cassandra "Cissy" Brice ID

Descripción Psicológica

Se trata de una persona orgullosa que vive escudada en su propia vanidad y en una frivolidad fingida que usa, junto a su elegancia y buenos modales, como armaduras frente al mundo y frente a sus verdaderas emociones. Sin embargo, si trata de vivir así es porque siente con demasiada intensidad, es una mujer que puede amar y odiar con pasión y eso, después de las experiencias que ha vivido, la asusta tanto como todo lo que escapa de su control.

Su risa resuena con facilidad y sabe ser dulce y encantadora cuando quiere y con quien quiere, a veces sinceramente y otras por conveniencia, pues es ambiciosa desde siempre y aspira volver a ser adorada como en sus días de estrella. La coquetería es algo tan natural en ella como el hecho de respirar, le encanta saberse deseada por los hombres y cree firmemente que entre un hombre y una mujer hay siempre una especie de juego que uno de los dos debe ganar.

Nunca ha sentido realmente lo que es una familia, pues se fue de casa muy joven y su matrimonio no fue satisfactorio. Lo más parecido que ha sentido, es la unión que tiene ahora con sus hermanas, pues la acogieron después de la peor de las etapas de su vida y, por encima de su orgullo, ha de reconocer que vive agradecida hacia ellas y siente que las Brice deben tratar de ascender juntas, pese a que todas ellas son peculiares e independientes.

Historia

Cassandra Brice nació con una visión triunfal de sí misma, idea que se vio fortalecida cuando empezó a ser consciente de los dones con los que había nacido. Por ello, cuando un joven y astuto Luke Malory le aseguró que haría de ella una estrella, no dudó en huir y casarse con él. Tenía apenas dieciséis años.

Cinco años después, “Cissy” Malory brillaba sobre los escenarios londinenses con más fuerza que cualquier estrella del firmamento. En aquella época conoció a Josephine Bradbury, una bruja algo mayor que ella que se convirtió en una especie de mentora para hasta que Cassandra sintió que podía desenvolverse sola. Usó su poder para leer y controlar las emociones, así como su fama para moverse entre lo mejor de la sociedad de Londres, envuelta por aquella burbuja de lujo, hipocresía, belleza y corrupción dentro de la que se movían todos, pero sin ser parte de aquella clase realmente, pues los artistas siempre estarían aparte, por muy adorados y acaudalados que llegasen a ser. En aquel mundo de dioses y monstruos, ella era un ángel.

Sin embargo, cuanto más popular era Cassandra, más se ensombrecía el carácter de Luke. Desarrolló unos celos enfermizos basados en la paranoia de que su mujer tenía amantes en todas partes y la dulzura que Cassandra había visto en él, se tornó en brutalidad y maltrato, al tiempo que la adoración que ella había sentido por él se tornaba en decepción y repugnancia al poder ver claramente lo que su mente enferma imaginaba.

Triunfal sobre los escenarios, pero hastiada en su vida personal, Cassandra perdió el brillo. Veía su vida como si ya la hubiese vivido: un incesante desfile de espectáculos, fiestas, discusiones y humillaciones. Hasta que llegó Ewan… Cinco años menor que ella, fue el único amante que realmente tuvo y el verdadero amor de su vida, quién le devolvió el fuego con el que ardía antes de que su fallido matrimonio la apagase. Vivieron una apasionada historia de amor a escondidas, pero este tipo de amores, tan intensos, son también los más fugaces…

Cassandra manipuló a su marido durante bastante tiempo empleando sus poderes, pero Josephine, a quién había desdeñado cuando dejó de serle útil volvió para abrirle los ojos a Luke. Cuando descubrió lo que estaba ocurriendo, desafió a Ewan y ambos perecieron en el duelo. Cassandra, en lugar de dejarse llevar hasta el más profundo de los abismos por la pena, se refugió en la vanidad del mundo cuyas puertas le había abierto Luke antes de cerrar para siempre las de su corazón. Entró en una especie de frenesí de derroche y superficialidad, como si ello le permitiese anular sus sentimientos. No volvió a subirse a un escenario.

Así, Cassandra no tardó en ver su fortuna mermada y en darse cuenta de que su vida se había convertido en una pantomima dentro de la que se había olvidado de quién era ella misma. Por ello, decidió volver allí donde lo recordaría: junto a sus hermanas.

–Soy una descendiente de Kalastria. Soy Cassandra Brice y no volveré a olvidarlo ni a dejar que nadie me humille –se dijo a sí misma antes de jurarse que se vengaría por lo que Josephine había hecho.