Y sera tu ultima vez...-Libre- ( Escenas fuertes)

-Abriendo válvulas!- El obrero del ferrocarril gritaba aquella advertencia en el aire en general mientras giraba una manivela al costado de la gran locomotora negra del ferrocarril causando que dichas válvulas de aire a presión se vacíen y llenando el anden con bastante humo blanco. La estación ya comenzaba a prender sus luces pues el sol comenzaba a esconderse aunque esto apenas se notaba pues el clima era húmedo y muy nublado dejando que la oscuridad comenzase a apoderarse de cada esquina de la estación. Los pasantes y pasajeros de la estación y los trenes comenzaban a irse dejando así a la gente de negocios y  a ricos comerciantes con sus trenes cargados con mercaderías, sea para recibirlos o enviarlos dentro y fuera de Londres.

Quizás había una treintena o más gente en la estación esa hora de la tarde. Y una de esas almas era Alexandra y su marido Jack Dupoint. Ambos elegantemente vestidos parados en medio del andén observando hacia un costado como si esperaran algo. -Humm que sucede que no llega?. Mis granos deberían estar ya aquí- comentaba el joven en un tono de queja hacia el tren que no llegaba. -Tranquilo, debe estar por llegar- Comenta la joven rubia de tez blanca observándolo con una sonrisa. -Que te sucede hoy? No estas de ese siempre mal humor que sueles tener- Responde el esposo con una media sonrisa. -Es que presiento que mañana será un lindo día...Iré a sentarme en la banca, estoy un poco cansada de estar parada aquí- -Si, si haz lo que quieras- Después de aquella corta charla la joven se aleja solo unos metros hacia una banca cercana a sentarse mientras sostiene su sombrilla con ambas manos. Su mirada luego se posa a un costado en donde dos obreros comienzan a descargar cajas y jaulas de animales de un tren de carga, alejado a muchos metros de allí.

La vampira esperaba que todo resultase como ambos esperaban, de hecho le regalo una leve sonrisa a su esposo mientras este se paseaba por la plataforma de un lado a otro mirando la hora de su reloj de bolsillo. El le devolvió la sonrisa de la misma manera…aunque quizás para el esta seria su ultima vez que volvería a sonreir.